Esta es la entrevista completa que aparece en el nº 2 de Yunquera Alternativa. La conversación duró más de 45 minutos y por cuestión de espacio no pudo ser publicada de forma integra. Aquí damos la opción de leer la entrevista en su totalidad.
Germán Cano es
profesor de Psicología social en la Universidad de Alcalá (UAH), trabaja temas
relacionados con los movimientos sociales, teoría crítica, filosofía política
contemporánea, etc. Ha publicado varios libros, como Nietzsche y la crítica de la modernidad o Adoquines bajo la playa. Escenografías biopolíticas del 68. Además colabora
como columnista en diversos medios de comunicación, y participa en el Grupo de
Análisis de la Asamblea del 15M en Sol. La entrevista se desarrolla en su
despacho en la Facultad de Filosofía y Letras de la UAH donde él imparte
docencia, y dónde estudia Historia Mario Bueno, concejal de IU en el
Ayuntamiento de Yunquera y coordinador de Yunquera Alternativa, aquí, en la
función de entrevistador.
GERMÁN CANO: Lo
primero que diría sería lo siguiente: por muchos diagnósticos y muchas lecturas
que hagamos de estos años, lo cierto es que la llamada «Ley mordaza» que ha
salido recientemente es una ley orientada a neutralizar el movimiento social
que ha surgido al calor de las movilizaciones del 15M. Entendiendo este
movimiento como un ciclo de movilizaciones plural, más que un sujeto colectivo,
que yo creo que ese es el problema que muchas veces tienen los medios, que
tratan de identificar un sujeto plenamente delimitado y compacto, y eso no es
el 15M. Teniendo en cuenta que el poder ha desarrollado una estrategia de
represión, bajo esta ley, bajo otras leyes que vean la luz en el futuro, tiendo
a pensar que ha tocado el nervio de las estructuras. Otra cosa es que,
efectivamente, esto sea insuficiente.
Dicho esto, yo
entendería la aportación del 15M en el contexto de lo que ha sido la historia
de España en las últimas décadas, y esa historia se ha definido por una
paralización del discurso de izquierda, sobre todo, a raíz de la transición,
por cuestiones que, bueno, se podrían especificar como el debate ante el
eurocomunismo en el PCE, la traición del PSOE a su tradición emancipadora y una
desertización del espacio público. Eso es lo que, digamos, ha posibilitado que
el 15M llamara tanto la atención, porque el 15M lo que ha hecho es,
precisamente, nutrir el espacio y el tejido social que había sido abandonado y
que había sido desertizado por, en parte, la propia política de algunos
partidos, que a sí mismos se llaman de izquierda.
Se trata de una
consolidación de la sociedad civil, una consolidación del tejido comunitario y,
por último, haría referencia a la creación de nuevas gramáticas políticas,
nuevos lenguajes en la protesta, nuevos lenguajes y nuevas prácticas que han
servido para articular la frustración social, que esta no se repliegue de forma
individual, sino que se exteriorice en formas colectivas, asambleas, etc. Yo,
en ese sentido, veo que el 15M sigue vivo, lo que pasa es que sigue vivo bajo
unas categorías que están bajo el radar de los medios de comunicación y,
también, de ciertas orientaciones partidistas, ¿no? Si entendemos la política
en un sentido “macro”, como juego institucional de poderes, efectivamente, el
15M está en otra onda, pero sigue estando.
YUNQUERA ALTERNATIVA: En función de lo que comentabas de
la sociedad civil y de los movimientos colectivos de empoderamiento popular,
que se han ido perdiendo por la dinámica de juego institucionalista y partidista
de la izquierda, puede ser que haya gente que considera al 15M como una especie
de «renacimiento» del movimiento vecinal, de ese movimiento vecinal que en
cierta medida se perdió con la democratización de los ayuntamientos, cuando
determinada izquierda pensaba que ya no era necesario nutrirse de un movimiento
vecinal, porque ya iban a tener de por sí el poder en los ayuntamientos. Mucha
gente, en ese sentido, igual que anteriormente, cree que se trata de movimientos
netamente urbanos, en un marco de actuación urbano, y como nosotros somos de un
pueblo de unos 3.800 habitantes, en una provincia en la que solo hay dos
núcleos urbanos que superan los 20.000 habitantes, ¿cómo se pueden plantear
esas dinámicas, esas luchas y esas reivindicaciones que son propias de un
ámbito urbano a un ámbito, llamémoslo, rural?, además, en un ambiente mucho más
precario, con peores condiciones, menos oferta de ocio y de sociabilización,
menos servicios públicos, menos movilidad… ¿Cómo crees?
GERMÁN CANO: Puf,
es una buena pregunta, lo que sí que creo es que el 15M, y a lo mejor es una
exageración, pero lo considero un fenómeno genuinamente urbano, por las
características sociológicas que ha ido demostrando con el paso del tiempo.
Creo que el 15M hubiera sido imposible que apareciera en otro contexto, porque,
además, respondía a un tipo de movilización con unas características muy
concretas.
Claro, también es
cierto que las fronteras entre lo urbano y otros contextos, lo que tú llamas rural,
esas fronteras que en otras épocas eran abismales ya no lo son tanto, en tanto
en cuanto, que lo que denominaríamos el ámbito rural se nutre de conocimientos
o, digamos, participan los medios de comunicación, la gente escucha la radio,
lee los periódicos, etc. Digo esto porque en el marxismo clásico, Marx insistía
mucho en la diferencia entre los contextos urbanos y los contextos rurales. El
discurso era muy despectivo con las dinámicas sociales en los contextos
agrarios, lo de las famosas PATATAS (risas), ¿no?, como el mundo agrario es un
mundo atomizado, disperso, en el sentido de que no aglutina a individuos en un
marco de trabajo común. En la medida en que Marx observaba que los contextos
agrarios era contextos dispersos, en el que cada uno cultivaba su historia, se
reunían, etc. Él veía que allí no podía existir una politización real. Hay un
análisis famoso de Marx en El 18 Brumario
que considera el bonapartismo, es decir, las tendencias reaccionarias de
determinados líderes, de marcos y estructuras agrarias y habla de los
campesinos en términos muy despectivos. Creo que ese análisis, bueno, a Marx se
le va un poco la mano, esa contraposición entre una sana y buena clase
trabajadora y solidaria por convivir en un mismo espacio de trabajo y una masa campesina
amorfa e impotente… Creo que esa contraposición hoy no es válida.
En cuanto al 15M,
claro, también es verdad que el 15M también ha tenido presencia en muchos
pueblos. Lo que no sé, es si ha sido un tipo de movilización impulsada
miméticamente por lo que se veía en la TV en otros sitios. Quizá eso le haya
restado fuerza, pero veo que no, que, por ejemplo, allí en Guadalajara, hay un
movimiento 15M que mantiene una fidelidad.
Creo que me he
extendido en un planteamiento más sociológico, pero ¿qué podría aportar, creo
que tu lo has dicho antes, ese énfasis en lo vecinal, esa política construida
desde abajo, molecularmente, esa creación de vínculos? Claro, en la ciudad es
más fácil, también por la propia conformación del espacio urbano, pero no creo
que haya muchos obstáculos para que esta dinámica pueda desarrollarse de otra
forma. Es un tipo de tejido distinto, pero justamente es eso lo que
necesitamos, lo que necesita un proceso de transformación política es
regenerarse desde abajo, no desde las élites.
Otra cosa, esto sí
que me parece importante, en relación con tu pregunta, es una visión un poco
ombliguista del panorama. Quiero decir que es una de las limitaciones del
movimiento. A la hora de hacer diagnósticos de la situación hay mucho
centralismo. Parece que lo que pasa en Madrid tiene que pasar en el resto de
España, y no es verdad. Creo que uno de los déficits es su incapacidad de salir
de ese contexto urbano y mirar que hay muchas realidades en España, que cuentan
y que votan y que tienen su protagonismo a la hora de hacer política. Ahora, me
imagino que estás al tanto de las marchas que se van a desarrollar en marzo,
convocadas por el SAT. Parecen oportunidades importantes de romper ese
espejismo del 15M, y de que todo lo importante pasa en Madrid o, en otro caso,
Barcelona. No, no, hay una realidad que tiene que ser tenida en cuenta.
YUNQUERA ALTERNATIVA: Sí, y que en determinadas maneras
también las contradicciones de la crisis no solamente son contradicciones
urbanas, sino que afectan a toda la estructura social del país, incluso con más
contradicciones si cabe. Sin embargo, también podemos decir que en las
protestas sociales y en las dinámicas políticas que se dan a raíz de estos
últimos años, de la crisis, y también a raíz del movimiento 15M se están escuchando
ciertas consignas como: «Esto no es una crisis, es una estafa» o «Estamos ante
una crisis de régimen». Desde tu punto de vista: ¿Podrías explicar estas
consignas?, ¿son algo más que una simple consigna?, ¿detrás hay un análisis más
profundo?
GERMÁN CANO: Como
todas las consignas se prestan a diversos significados, es decir, que puedes
interpretarlas de muchas formas. Yo creo que lo que estas consignas tratan de
poner de manifiesto es que hay una situación de crisis orgánica donde el
contrato social que se había establecido en 1978 ha caducado. Por muchas
razones, porque además fue una transición realizada por y desde las élites,
entonces, hay una generación o varias generaciones de españoles que ya no se
reconocen en ese contrato.
Con respecto a la
consigna de «No es una crisis, es una estafa», evidentemente, lo que se pone de
relieve es que se está utilizando la crisis o se quiere utilizar la crisis,
como una catástrofe que tiene que allanar el camino a una mayor privatización,
una desestructuración del Estado del Bienestar, una descomposición de las
conquistas que se han desarrollado en los últimos decenios, y el lema me parece
muy importante porque trata de decir que el escenario de crisis que se nos
presenta es la coartada, o la excusa, que se está utilizando para apretar más a
las clases trabajadoras y para generar más desigualdad. Es decir, que hay que
replantear los términos en los cuales se nos ofrece la crisis. El lema quiere
decir también que determinadas élites económicas, depredadoras, han absorbido y
están tratando de capitalizar el plano de lo público, de lo común, para sacar
beneficios individuales. Son consignas muy potentes porque enmarcan el problema
de una forma distinta a como se presenta el problema en los medios de
comunicación, sobre todo los mayoritarios.
En ese sentido, se
ha hecho una labor importantísima, y estoy pensando en el grupo de economía de
Sol, en traducir ese lenguaje a otras gramáticas. Lo que vemos hoy en día es
que «con la que está cayendo tenemos
que apretarnos el cinturón», esa idea
de que «hemos vivido por encima de nuestras posibilidades». Son términos que también son ideológicos, que tratan de enmarcar
el problema desde unos determinados intereses. Las consignas van al corazón de
esta interpretación, y argumentan que esas falsas consignas impulsadas desde
arriba son trampas.
YUNQUERA ALTERNATIVA: De todas maneras, ¿tú considerarías
que estas consignas solamente son aplicables a un nivel de una visión política
a nivel macro, es decir, de una política a nivel nacional, regional o, incluso,
provincial?, ¿o que también puede verse en una micro-política, en los espacios
mucho más concretos de ayuntamientos o de conflictos sociales o laborales que
se dan a una escala mucho más pequeña?
GERMÁN CANO: Claro,
esta también es una gran cuestión. Me estaba acordando cuando te oía formular
la pregunta, en los años setenta y ochenta, un marxista del que hemos hablado
alguna vez tú y yo, Manuel Sacristán, después de hacer un viaje de un marxismo
muy potente, quizás el viaje más fructífero intelectualmente en España, en ese
sentido, también después del llamado «fracaso» de los países socialistas
realmente existentes, Sacristán dio un punto de inflexión a su pensamiento y
actividad política e insistió en adherirse a los nuevos movimientos sociales.
Él utilizaba mucho la palabra «molecular» para referirse a lo micro, a la
micro-política; para él la tarea de la izquierda era la de infiltrarse en los
espacios micro-políticos en conexión con los nuevos movimientos sociales. Él
veía que los nuevos movimientos sociales a los que había que darle la mano
desde la tradición de izquierdas de toda la vida, eran el ecologismo y el
feminismo. No tenía en cuenta al movimiento LGTBI, es una realidad que se le
escapaba a Sacristán, pero ese paso de lo macro a lo micro, que se desarrolla
en esa época es muy interesante para pensar la situación actual.
Quizá se nos va la
mano en lo micro, en el hecho de generar redes sociales desde abajo, impulsar
nuevas estrategias de género, etc., y estamos perdiendo de vista que la
política también se juega en el ámbito institucional, en el Parlamento, en la
Comunidad Europea, etc. Hay que tener un pie en lo micro y otro en lo macro y,
por eso, delimitar o dividir tanto el espacio entre lo rural y lo urbano, no sé
si tiene sentido. La apuesta está en integrar ambas opciones. El problema, por
ejemplo, que yo veo hoy en día, es que los partidos solo hablen retóricamente a
los movimientos sociales, no quieren abrirse, porque saben que si se abren
pueden perder el aparato, pueden perderlo. Está la idea de la izquierda que es
muy problemática, y muy nefasta, para cualquier cambio social, de que los
partidos pueden cabalgar los movimientos sociales, pueden cabalgar lo micro. Y
esto, uf…
YUNQUERA ALTERNATIVA: Sí, bueno, yo la pregunta de lo
macro y lo micro quería sobre todo ponerte un ejemplo de cómo esa plasmación de
la estafa de la crisis se puede ver también en una plasmación local, no
solamente de los ajustes que nos aplica el Ministerio de turno, o los rescates
bancarios que se producen a partir de las altas instituciones a las distintas
entidades financieras, sino que también eso se produce en determinados ámbitos
muy pequeños. Por ponerte un ejemplo con el Ayuntamiento de Yunquera, con la
excusa del pago a proveedores, que era una serie de deudas que tenían determinados
ayuntamientos, por muchas razones, se debía 1.200.000 euros y el Gobierno
central pidió un crédito al Banco Central Europeo y el BCE se lo da a la Banca
Privada española al 1 % de
interés, y esta se lo da al ayuntamiento al 5 % de interés, y con ese juego matemático un ayuntamiento de 3.800habitantes ha regalado casi medio millón de euros a la banca. Por ahí iba
orientada la pregunta.
GERMÁN CANO: Ya te
entiendo. Lo que pasa es que hay un problema, es decir, hoy yo creo que la
estrategia política radica en hacer ver en esos contextos micros que lo que
está pasando es una consecuencia de políticas que se están desarrollando en un
ámbito muy abstracto. Porque, claro, ¿cómo le dices a la gente de Yunquera que
sus condiciones de vida o que sus medios de subsistencia dependen de algo tan
abstracto como Europa? Es mucho más complicado plantearlo en esos términos que
acudir a explicaciones más concretas o más cercanas. Como se ha globalizado el
espacio, y nuestra vida cotidiana depende de movimientos y de acciones que se
sustraen a nuestra comprensión, nos resulta muy difícil identificar al enemigo.
Esto es un problema que tiene la izquierda: tratar de hacer ver que lo que está
pasando a nivel local es el resultado de políticas que se hacen en las altas
esferas, pero, claro, tienes que hacer ver que no es posible hacer un cambio en
lo concreto, en lo local, si no cambiamos también lo global. Europa, en este
sentido, es fundamental. ¿Cómo te sales de eso?, francamente, es complicado.
YUNQUERA ALTERNATIVA: Como la consigna famosa de
Greenpeace, corrígeme si me equivoco, que dice: «Piensa globalmente, actúa
localmente».
GERMÁN CANO: Exacto,
esa es la dialéctica que habría que seguir. Es muy complicado hacer política en
estas condiciones, porque tienes que, además, estar preparado, saber lo que
está pasando en tu entorno, y más allá de él. Además, tienes que tener mapas,
tienes que tener cartografías, eso yo creo que es lo que nos hace falta a la
izquierda, es decir, mapas, cartografías, entendidas como modelos explicativos
generales que nos ayuden a comprender lo que pasa a nivel local. Además, creo
que se trata de una diferencia que nos separa a la izquierda de la derecha,
porque la izquierda siempre ha tenido esa orientación hacia lo general, hacia
lo universal, hacia cartografías más complejas, mientras que el planteamiento
más de derechas explotará esa situación que ha sucedido a Yunquera echando la
culpa, vete tú a saber…
YUNQUERA ALTERNATIVA: A la
herencia recibida, a los socialistas.
GERMÁN CANO: A los
socialistas, etc. Es decir, reducir el terreno de juego. O sea, que, claro, es
complicado hacer ver a la gente que lo que está pasando en su día a día es
resultado de políticas tan amplias y abstractas.
YUNQUERA ALTERNATIVA: Podemos
decir que falta pedagogía política.
GERMÁN CANO: Claro,
falta pedagogía política porque tú no puedes entrar de lleno a la gente con el
debate europeo en Yunquera. Me imagino, es complicado, preferirán hablar de
otras cosas. ¿Cómo hablando de otras cosas haces a la gente reflexionar sobre
Europa? Esa es la tarea pedagógica, ir desde abajo hacia preguntas más
generales. Ese problema se puede dar en Yunquera, pero también en otros sitios.
YUNQUERA ALTERNATIVA: Claro, además el problema es que la
ideología está en las cosas y acciones más concretas y mínimas, y luchar contra
eso es complejo y difícil.
GERMÁN CANO: Sí,
además, estaba pensando en la película de Ken Loach [El Espíritu del 45, que aparece en la página 14 de este número de Yunquera Alternativa], si recuerdas, un
minero dice que fue la experiencia de solidaridad en la guerra, el hecho de que
toda esa generación había vivido muy unida por la amenaza de la guerra, lo que
les llevo a empoderarse de tal forma para cambiar las cosas. Es decir, no hay
transformación social si no hay fe en el futuro y en las posibilidades de
cambio. Creo que el reto radica en generar experiencias de lo común, sea en
Yunquera, sea en Madrid, sea en Barcelona, no iguales a las que tuvieron los
británicos tras la guerra, porque eso es imposible, no estamos en contexto de
guerra, y esperemos que no suceda, pero sí experiencias parecidas de tener
confianza y de poder hacer cosas en común con otras personas. Eso es lo que
desestabiliza el marco neoliberal que individualiza y atomiza, y que busca desintegrar
el tejido social. Me parece una enseñanza muy bonita de la peli.
YUNQUERA ALTERNATIVA: Muchas veces, incluso en este
esquema neoliberal, donde prima lo individual, la existencia de espacios
colectivos choca contra la base que es el sustento básico de ese esquema, y que
es un elemento importante para generar ciertas dinámicas de contra-hegemonía
fundamentales.
GERMÁN CANO: Claro,
claro, claro, de hecho, ¿qué ha sido Sol? Fue la ocupación de un espacio que
estaba reservado al tránsito comercial, al fluir comercial, fue una ocupación
del espacio y una escenificación de este totalmente distinta y contraria a lo
que perseguía el Ayuntamiento, que era que ese espacio fuera un espacio
destinado a comprar. Por eso, lo que se busca es que la ciudad, el espacio
urbano sea un espacio para comprar, para el consumo, no un espacio para vivir,
para habitar, para intercambiar opiniones y reflexiones. El hecho de que en
Madrid hayan desaparecido los bancos, de que no existan, es un síntoma de esa
gestión neoliberal del espacio.
YUNQUERA ALTERNATIVA: En Guadalajara se podría ver, no sé
si conoces cómo está articulado el espacio urbano de la ciudad, que se trata de
sacar las dinámicas sociales donde la
gente se relaciona del centro de la ciudad llevándolas a la periferia, que es
donde está El Corte Inglés, allí están todas las tiendas de ropa, restaurantes,
cines, las han externalizado de la
ciudad, por decirlo de alguna manera, llevándolas a un ámbito de periferia, y
así se retroalimenta esta dinámica.
GERMÁN CANO: Claro,
sí conozco el caso y, además, fíjate lo que significa ese modo de vida, esa
manera; por eso, el hecho de que el 15M ponga el acento en esos espacios, que
trate de habitarlos y de vivirlos, que ya no sean espacios indiferentes, sino
de potencial humano, eso también es decisivo.
YUNQUERA ALTERNATIVA: Para ir terminando la entrevista
querría pedirte que me hicieras una foto fija, o la radiografía de la situación
política ¿Cuál dirías tú que ha sido el papel que ha jugado el PP y el PSOE en
esta crisis o en esta estafa? Por enmarcar a los agentes políticos.
GERMÁN CANO: Pues
una posición de absoluta complicidad, lo cual es todavía más grave en un
partido que se define a sí mismo como de izquierdas, como el PSOE. Aunque la
traición del PSOE viene de más atrás. La complicidad y la actitud de
colaboración en lo que ha pasado es evidente, y basta ver la política económica
que ha desarrollado el PSOE para tenerlo en cuenta.
Aunque la traición
del PSOE viene ya de la propia conformación del partido con Felipe González, es
el punto de inflexión que marca el cambio de rumbo, y que marca lo que estamos
viviendo. Se trata de un abandono total de la tradición emancipadora que
pertenecía a ese partido. Aunque es verdad que durante la dictadura la labor de
oposición al régimen franquista era el Partido Comunista, el PSOE brillaba por
su ausencia. Es más, el Partido Socialista siempre se caracterizaba por una
retórica hiperradical, más que la del PCE, curiosamente, en los años de la
dictadura porque también era un partido que no tenía contacto social, que vivía
en una irrealidad, y porque además los cuadros eran gente de bien, gente de
clases media-alta, con estudios, al margen de la realidad social, pero también
es verdad que la estrategia de Felipe González era extremadamente hábil, en un
momento también en que el PCE daba miedo por lo que había sucedido. Ese momento
de la historia de España es crucial para entender lo que está pasando, por eso
como se dice: De esos barros vinieron estos lodos.
No sorprende que el
Partido Socialista practique este tipo de política neo-liberal, porque lo que
ha aplicado no ha sido ni siquiera socialdemocracia, que esa sea una de las
acusaciones más justas que se podrían hacer al PSOE, es que no ha sido un
Partido socialdemócrata, ha sido un partido social-liberal, en el mejor de los
casos, o explícitamente neo-liberal. Lo que ya fue la guinda, o el remate de
esta actuación, fue la claudicación ante la Comunidad Europea y la reforma de
la Constitución para adaptarse al plan de la deuda impuesta por la Troika. Eso
fue ya la bajada de pantalones, y la consecuencia trágica de una labor de
neoliberalismo llevada a cabo durante muchos años.
En ese sentido,
también hay que hablar de IU y los sindicatos, porque que el señor Moral Santín
estuviera sentado en el Consejo de Bankia es una muestra de que la complicidad
no siempre ha estado únicamente en el entorno del PSOE, sino que también hay
que reconocer que a veces se ha dado esa complicidad por parte de los
sindicatos y de IU, y no se puede salir de esa situación si no se practica la
autocrítica desde ahí. Pues hay que reconocer los errores, y allí ha habido una
desnaturalización de la izquierda.
YUNQUERA ALTERNATIVA: En ese sentido, ya que el ejercicio
de crítica y autocrítica es una de las cualidades fundamentales de la
izquierda, algo de lo que, por norma general, carece la derecha, que es
monolítica y disciplinada férreamente, ¿Qué aspectos destacarías del papel
actual de IU? Algunos ya has comentado, tanto positivos como negativos, además
¿Cuál crees que es el factor o el papel político que podría tener IU de cara a
la situación económica de crisis capitalista y del sistema económico
neoliberal?
GERMÁN CANO: Lo que
debería de hacer, a mi modo de ver, Izquierda Unida, es no confiarse con el
posible éxito electoral que pudiera tener IU en las próximas elecciones. Todas
las encuestas dicen que IU podría doblar el número de diputados y,
efectivamente, yo creo que esto va a ser así, pero no sé si es un incremento de
votos debido a las buenas actuaciones de Izquierda Unida, o al fracaso absoluto
del bipartidismo. Es decir, se va a nutrir del bipartidismo, pero no porque
genere ilusión.
Es un buen momento
para no practicar una política conservadora de «Virgencita que me quede como
estoy», sino de arriesgar.
YUNQUERA ALTERNATIVA: De seguir participando en el
conflicto, en la lucha política, no solo en las instituciones, sino también en
la calle.
GERMÁN CANO: Claro,
abrirse a la movilización social. Porque se ve que los sindicatos están atados de pies y manos. Para mí el
modelo sería Syriza en Grecia. Syriza ha sido un movimiento y un partido
regenerador desde las bases, y a través de un proceso de decisión colectiva muy
amplio. Yo no veo al aparato de Madrid con esas intenciones, además, yo he estado
ahí y sé el peligro que ello conlleva, y el miedo que tienen a abrirse a los
movimientos sociales. Veo, además, que esta es una lectura que se debería
meditar más. Veo también que hay un conflicto generacional muy importante. Veo
que hay formas de hacer política que tienen que ver con una edad, con unos
presupuestos, con una problemática, y con una herencia política que contrasta
con las nuevas generaciones. Lo que hay es un abismo generacional, no ha habido
un relevo en cuanto a prácticas, planteamientos, no sé qué ha pasado ahí, eso
habría que estudiarlo, pero lo ves en las reuniones, el perfil del militante,
si observas la edad, es muy diferente; y es verdad, porque también han cambiado
mucho España, y hay una retórica de la vieja guardia en Izquierda Unida, hay
una manera de hacer análisis de coyuntura que depende de unos supuestos y unas
categorías que habría que repasar y poner en discusión. Yo veo allí un
problema, pero también veo que las nuevas generaciones que están apareciendo
son muy potentes y están estableciendo un discurso que, tarde o temprano,
terminará desbordando a los aparatos.
YUNQUERA ALTERNATIVA: Un discurso necesario para la
gravedad de la situación política actual.
GERMÁN CANO: Claro,
es que es fundamental. El momento clave de todo esto fue el debate en torno al
eurocomunismo que impulsó Carrillo. En una situación muy difícil la de Carrillo
en el PCE. Pero de ahí viene todo, es el momento clave para analizar sobre qué
le va a pasar a la izquierda desde entonces, y el eurocomunismo fue un intento
de generar hegemonía desde las instituciones.
YUNQUERA ALTERNATIVA: Es como el discurso que el propio
Santiago Carrillo decía, que «los Pactos de la Moncloa son una autopista al
socialismo».
GERMÁN CANO: Claro,
y eso, en cierto modo, era realista, porque en esa coyuntura quizá no se podía
hacer otra cosa, porque se venía de una Guerra Civil, y era un momento muy
complicado para hacer políticas de izquierda. Pero creo que el error, y esto lo
subrayó Manuel Sacristán, cuya posición frente al eurocomunismo es muy
interesante, fue que se intentó vender eso como un éxito, cuando se podía haber
sido más modesto y haber planteado que es lo único que podíamos hacer por
ahora. Claro, ahí se generó, yo creo, una desnaturalización del discurso de la
izquierda con los Pactos de La Moncloa. Era Carrillo con Adolfo Suárez, con la
sensación esta de que no había antagonismo ni diferencias…, y ahí nos la
metieron.
YUNQUERA ALTERNATIVA: Además, parece que se produce una
dinámica muy interesante en el sentido de un desarrollo colectivo de la
actividad política del sindicalismo de nuevo tipo que podría significar
Comisiones Obreras, los movimientos vecinales, estudiantiles, o el simple hecho
de que en España durante esos últimos años se haya producido un mayor número de
huelgas o de jornadas laborales perdidas por motivos de huelga en toda Europa
Occidental y, frente a eso, cómo choca esa dinámica combativa de las bases con
la intencionalidad de las direcciones.
GERMÁN CANO: Claro,
claro, claro. Aunque también es verdad que hay que verlo desde esa época, sus
conflictos, un país amenazado con un posible golpe de Estado, el terrorismo,
una coyuntura hipercompleja. Claro, con el paso del tiempo te das cuenta que
Carrillo no es que lo hiciera mal del todo, creo que la posición era coherente,
solo que vendió como un triunfo lo que era una claudicación, y ahí se perdió el
horizonte porque se generó una imagen de conformismo que desestabilizó a la
izquierda, y creo que se ha puesto de manifiesto desde entonces. Porque el PSOE
sí que sabía el papel que tenía que jugar, se trataba de un partido que con
rostro nuevo, con financiación de la socialdemocracia alemana, se ganó la
confianza de los bancos, y todo eso estaba muy bien atado, pero a diferencia de
algunas actitudes que son muy adanistas, y que piensan que hay que romper con
todo esto, tú que eres historiador lo sabrás, la historia nos determina. No
podemos hacer tabula rasa y plantear un escenario diferente al de los últimos
decenios. Porque también es la labor que tenemos que hacer, que estamos aquí
por algo, y que si queremos mirar al futuro y cambiar las cosas tenemos que ver
de dónde venimos.
YUNQUERA ALTERNATIVA: Bueno, muchas gracias por todo, no
sé si habré grabado todo o…, (risas).
GERMÁN CANO:
Gracias a ti por tu generosidad y por cederme este espacio.